domingo, agosto 31, 2008

Nostalgia.



Me gusta el título del nuevo disco de la Oreja, que sale el martes: A las cinco en el Astoria. Aún no he leído a qué se debe su elección, pero me suena a nostalgia. De haberlo escrito yo, sería: A las cinco en el Cojonazos- aka La Vieja Negrilla de Santo Domingo. Algún día habrá que preguntar a su autor a qué se debe el género femenino con unos atributos tan considerables. Ahora solo reposa allí una especie de ataúd, esperando la resurrección del que en su día podremos llamar Cojonazos Ave Fénix.
Pozí. Este fin de semana es muy dado a la nostalgia. Es el fin del mes, y casi del verano. Como sea que las cosas no se valoran con justicia hasta que se pierden, he podido experimentar dicho sentimiento con respecto a veranos anteriores, recordando un amalgama de hechos: rodajes de cortos en diversos pisos francos (o en la puta calle); cenas de fin de corto, habitualmente en la Mazmorra, con comida de mazmorra in fact; partidas de parchís de reglamento poco ortodoxo, en las cuales se multiplicaba el número de fichas (o céntimos, o maicitos...); penosos estrenos cinematográficos; pero no todo se pierde: durante esta juerga de fin de temporada, hemos regresado a un sitio que marcó nuestra adolescencia, y no en el recto camino precisamente: el Quijote.
La infidelidad hacia Casa Benito fue pasajera, ya que el decano de los tugurios tenía un horrible overbooking, así que regresamos a ver al servicial camarero gordito al que fácil sería apodar como Sancho Panza. En realidad, tanto en mis recuerdos como en mis obras mezclo esos dos sitios. Un botón de muestra: en la nueva versión de los Abrasadores, próxima ya a su conclusión, hay un capítulo que parcialmente se ambienta en Casa Benito; no obstante, los hechos que me inspiraron su escritura sucedieron en el Quijote. Hay, incluso, un tercero en discordia, el más cutre: el Galería. Ese salió en El diez por ciento, y como jamás volvimos por allí no se si sigue en pie.
En fin. En la foto me podéis ver rindiendo tributo a algún chamán desconocido para que haya éxito en el curso venidero... O algo así. No en vano el sitio donde hicimos estas fotos se llama El indio. Pero bueno. Nos vemos. A las cinco en el Cojonazos (y con lo tardona que está le peña, serían cinco y cuarto, y veinte... ejem)

2 comentarios:

Hopewell dijo...

Yo siempre llegaba el primero, o el segundo (si eras tu el que llegaba el primero). Pero sí, que nostalgia de aquellos cortos, del piso franco, de las cenas, del alcohol nocturno jugando al señor del tres y hablando como si todo empezara en put.
En fin, el próximo día 7 es domingo, y es mi cumpleaños. Supongo que pasaremos la tarde en casa con algo de alcohol y jugando a la wii. No sé si estarás por Madrid, pero si estás, espero que vengas. El 6, sábado, estaré viendo a Bunbury en su primer concierto con su nueva banda y su nueva gira.

Luis dijo...

Felicidades por anticipado, yo no voy a estar este fin de semana porque prefiero ir cuando tengamos que hacer la enésima mudanza de piso. Nos veremos pronto, espero, disfrutad de la celebración.
Y saludos de Chus Zoe, quien dice que no le gustó mucho el primer tema de Bunbury...