jueves, marzo 04, 2010

PIGMALIÓN. FIN DE TEMPORADA. (II)


El sitio, Oxígeno Líquido, estaba situado en la calle Pez, como la Casa de León, pero ganando en modernidad a esta… No era muy grande. Barra estrecha, tipo bar del Zoe, y al fondo una especie de grutilla con la pantalla de proyección. El espacio no fue problema porque no asistió mucho público, supongo que por ser domingo por la noche. En todo caso sí vinieron bastantes actores y pude conocer a otras personas que trabajan detrás de la cámara. Antes de la emisión no es que se diera un discurso muy prolijo, yo sí quise aprovechar el momento para ofrecer un pequeño obsequio a los futuros papás. Una nimiedad, con más valor simbólico que otra cosa, que cogí en Prenatal algo falto de tiempo por una reseña de Curso Barroco. Bueno, cuando nazca el niño, o en el caso de que haya bautizo, procuraré estirarme más, je, je, era lo mínimo que podía hacer con mi primer amigo que va a ser padre.

Noté una ausencia bastante grande, la de Nacho, que al parecer se encuentra malito ahora en León. Bueno, quizá vaya a visitarle antes de publicar este texto. Hay que cuidarse, mi garganta me está dando una tregua que aún no me acabo de creer, y que dure… Por lo que se refiere al episodio en sí, a ver si recuerdo colgar el enlace al final, duraba cerca de media hora, casi el doble que uno normal, y acabó en un pico de alta tensión. A ver cuándo podemos empezar con la segunda temporada, que no sería elegante dejar a nuestros espectadores con tanta intriga a cuestas…

Tras dicho desenlace en punta, nos tomamos unos ricos mojitos hasta la medianoche, pasada la cual los supervivientes del grupo de cómicos quisieron que me uniera a ellos para seguir la juerga. Sin embargo, mi viaje ya no tenía mucha más gasolina y además se puso a diluviar de tal forma que me alegré de haber ido cargando con el paraguas durante toda la soleada jornada; me escabullí un poco a la francesa al ver el metro de Callao.

El regreso fue bien, leyendo felizmente la Fotogramas con especial sobre los Oscar en el tren. Podré ver este año la gala, aunque quizá eso me cueste pirarme otro par de horitas, y realizar una quiniela que suele ser lógica salvo excepciones. ¿Se llevará Sandra Bullock el Oscar por eliminación, frente a dos novatas y dos damas maduras que ya tienen una o más estatuillas? Bueno, ayer vi Precious, una película que me confirma cuántas ínfulas suelen darse los críticos, capaces de elevar al podio a películas que van de listas, sin serlo, como Un tipo serio o Donde viven los monstruos, y de tomar decisiones tan idiotas (no se me ocurre otro adjetivo) como la de dar cuatro estrellas a Crepúsculo y una estrellita a esta película, que al menos tiene una historia interesante que contar. Soy consciente de que el tema puede asustar: ¡Obesidad! ¡Pobreza! ¡Sida! ¡Lesbianas negras! Sin embargo, a mí me resultó una honesta historia de superación, que no manipula más que otras historias enrevesadas que nos quieren tomar por bobos. Y Penélope no se va a llevar un segundo Oscar consecutivo, tiempo tendrá ya, Mo´nique hace un papel complejo, malvado con aristas, que en algún momento te tiene con el corazón en un puño. Mi pregunta es: ya que no Heath Ledger, ¿quién se lo entregará?

Ya os comentaré. Este fin de semana tengo mi primer trabajo bolonio y habrá que currar tras los excesos matritenses, quizá me sobre tiempo para visitar los azules y virtuales mundos de Avatar o algo por el estilo…

PD- En la foto, yo junto a los dos directores y futuros papás antes de que se fueran a casita. He aquí el prometido enlace:

http://pigmaliontv.blogspot.com/

Que lo disfrutéis, y gracias por seguirnos.

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