lunes, marzo 08, 2010

En tierra nada hostil.


Anoche, antes de la gala de los Oscar, vi la última de las nominadas a Mejor Película que me faltaban (y no cuento The blind side porque me da algo de grima). Se llama An education, ¿tanto les costaría poner Una educación?, y es un cuentecillo moral, dirigido por una danesa pero de toque tan británico que da la impresión de que si lo ves con gafas de 3D te van a ofrecer una taza de té desde la pantalla, también con algún elemento donjuanesco, mito sobre el que debería estar haciendo un trabajo en vez de escribir esto. Trata sobre una adolescente colegiala que se ve envuelta en un grupo de ricachones pedantes, que la engatusan con cenas, subastas y conciertos, pero en realidad tienen más de barniz que otra cosa y su tren de vida se basa en la estafa. Cualquiera bien prevenido hubiera huido, pero ella peca de pardilla y sus padres más aún, por lo cual, después de la colleja del aprendizaje, la chica pedirá ayuda a la profe de Literatura de la que se había burlado y se aplica para hacer Letras en Oxford. Moraleja: hay que estudiar mucho y dejarse de pájaros. Una ironía, teniendo en cuenta que hoy me he pirado dos clases. Pero bueno, la noche de los Oscar solo es una al año, la universidad no es el colegio (aunque a veces lo parezca) y León no es Oxford, no se si se podría buscar equivalente, tal vez Salamanca pero yo estoy muy contento de estudiar aquí.

Para no tragarme todas las patochadas del comando Prisa, estuve leyendo también media novela del Charles Dexter Ward de Lovecraft. Durante toda la noche me estuve preguntando qué pintaba la chica de REC analizando la gala. Sí, vale, es actriz, pero donde esté un Jaume Figueras, aunque de peor en la cámara… La gente suele ser poco original en sus críticas a la gala, siempre con que es larga, tediosa, poco divertida, etc. A mí me gustó, y se me hizo ágil para acabar a las seis de la mañana. Steve Martin y Alec Baldwin hubieran merecido mucho más espacio, claro, pero no había para todo. Hicieron incluso un homenaje al cine de terror, no se si venía a cuento pero me encantó. Vale que los premios son previsibles, pero de eso no tiene culpa la gala… El que menos, el del Secreto de sus ojos, una gran película, con participación española, si bien algo inferior a la de Haneke. Yo daba por hecho el Oscar a la directora, pero en película pensé que tal vez recaería en Avatar por su concepto del cine-espectáculo. No fue así. Ganó Kathryn Bigelow, espero haberlo escrito bien, una mujer de 59 tacos que debe de conservarse en formol, la primera mujer galardonada en esta categoría si bien con una película muy masculina, con cantos a la virilidad que gustarían a un Walt Whitman. Por supuesto habrá quien diga que se lo dan por ser mujer, como el premio del año pasado a Sean Penn por su Harvey Milk. Que ladren, que ladren… Si la Academia se rinde al lobby gay, ¿entonces por qué una historia de amor homosexual fue atracada, más que vencida, por una película de atracos hace unos años? Todavía hay injusticias históricas que se deben reparar. Me alegro, pardiez, además su ex ya se proclamó rey del mundo y, como dije, tendrá otra ocasión en las secuelas sobre el planeta Pandora. Ojalá todas las antiguas parejas se llevaran tan bien como esta, y no cabe duda de que la alegría de James Cameron era sincera. Ambos han hecho historia a su manera, aunque en el futuro considero que Avatar tendrá una mayor trascendencia. En fin, pasado el período de cortesía que me permito con la excusa de esta gala, volveré al mundo real, no virtual, a proseguir en la búsqueda de an education for me.

2 comentarios:

El vagabundo dijo...

coincido con tus comentarios sobre Avatar y The Hurt Locker. Para mi la mejor peli del anyo es Avatar, sin duda. La segunda es District 9, la tercera Inglorious Basterds, la cuarta The Hurt Locker. Mejor director, Tarantino o Bigelow.

En fin, cada uno sus preferencias, la favorita de Boyero era Up in the Air, que es bastante esteril, aunque bien hecha sin duda.

Enhorabuena por Pigmalion!

Cuando acabas las clases?

Paco

Luis dijo...

Gracias! Las clases las acabo en junio, as usual... Tengo ganas, quiero escribir una nueva novela, ya con más bagaje y conocimiento que la anterior, de eso hablaré en la próxima entrada.

un abrazo!