miércoles, marzo 17, 2010

Se leonés.


Ahora que estamos tratando el mito de Polifemo y Galatea, como apunté en el otro blog, me viene a la cabeza una película que visioné la semana pasada, Yo también. Entre los epígonos, perdónese el palabro, de Polifemo estarían la Bestia de La bella y la bestia, Quasimodo, etc. Quizá también el joven protagonista con síndrome de Down, enamorado de una que no es bella (no me lo parece a mí) pero sí resultona, con tendencia a calentar al personal y acabar en la cama con algún donjuan hispalense, calvo en la cabeza y peludo en todo lo demás. La película habla de todo tipo de minusvalías: están las evidentes y otras no tanto, porque la promiscuidad y el calientapollismo, al menos eso deduzco de mi experiencia, pueden ser síntoma de desequilibrio mental. Tras mucho arrimar la cebolleta, ella al final cede como concesión al año nuevo, y dice que lo harán una vez, nada más. Y el chico, mucho más inteligente que muchos que no tienen su número de cromosomas, afirma: Y nada menos. Es la mejor réplica del filme y, teniendo en cuenta que no parece una mujer con el pensamiento muy estable, puede que en el futuro esa una y nada más se alargara lo necesario...
Yo puedo ser titulado en Cinematografía pero en todo caso no soy muy cinéfilo. Conozco cosas de la historia del cine por libros, pero no me admitirían en la mesa de tertulia de aquel famoso programa ahora rescatado por Telemadrid. De Fellini, a mal que recuerde, no he llegado a ver ni una película completa. No se si sería tan seductor como su alter ego de la película Nine, cuesta creerlo viendo fotos suyas aunque no hay que dudar del poder de atracción que tienen los grandes genios. Le iría mejor que al pobre Hitchcock con sus actrices, supongo. Pese a la continua aparición de estrellas, ha habido musicales recientes que me han gustado más. Resulta peculiar ese número en el que la chica de los Black Eyed Peas se viste de prostituta italiana y enseña a unos chicuelos, por cuatro perras, el escote y los muslos, porque en esta película se sugiere mucho pero no hay desnudos, je, luego se pone a cantar con unas bailarinas-mamachichos, todas con panderetas como zíngaras, diciendo Be italian. Como no tuve subtítulos en todas las canciones no se qué decían. En todo caso, ¿qué quiere decir ser italiano? Espero que no sea ser como su presidente porque este, aunque tiene setenta tacos, posee el dinero necesario para aparentar menos y para comprar mujeres que en verdad se lo hagan sentir así.
Me gustaría elucubrar sobre si se hiciera un musical sobre algún escritor o similar de León.¿Qué número podríamos montarle? Tal vez, acorde con la época, un grupo de papones bailando el paso y tocando la trompeta, o una turba de cofrades del Genarín haciendo eses, bota en mano... Quizá algo más clásico, grupos de folclore bailando la jota mientras cantan: Se leónes, se leonés... No se, en todo caso me gustaría verlo, se admiten sugerencias. Esta semana colgaré otro par de páginas de la nueva novela, no más porque soy consciente de que a todos nos escasea el tiempo, empezando por mí. Podáis leerlo o no, en todo caso agradecido quedo. Ciao!

1 comentario:

El vagabundo dijo...

Los cerdos empieza bien. Mas!