lunes, noviembre 06, 2006
Me voy. ¡Qué lástima pero adiós!
Pozí.
Llegó el día. No se si será el orgullo, pero siempre he querido irme por la puerta alta. No me importa si el trabajo es apropiado o no para mí. En Rodilla, tras un inicial período de desconfianza, querían que me quedase. Blockbuster quebró, lo cual es obvio no fue culpa mía. En el Corte, ayer el jefe tuvo su momento sentimental diciendo que se me iba a echar de menos, ahora que ya me había hecho con la sección y todos sus tejemanejes, que me iba en muy buena posición. Atrás quedó el affaire de los cinco carros. Eso está bien. En esta vida hay que tener afán de superación, y no solo para el trabajo.
Por otro lado, una tarde aburrida. (Excepto para algunas compañeras que se zambulleron en un libro que hablaba de darse placer anal)
Retomo mi carrera de escritor, al menos por unos meses. De momento no me sacaré de pobre, esa es una perspectiva a largo plazo.
Regreso a Ítaca.
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2 comentarios:
Te deseo muchísima suerte en tu faceta como escritor & guionista, que es realmente lo que se te da bien, Tis; a veces los cambios de trabajo (o las despedidas) y de ciudad son muy positivos en nuestra vida.
Un mes casi se va a cumplir de eso....
Buf, parece que haya pasado un siglo. No me va mal. Los proyectos reverdecen cual si estuvieran tocados por Natura.
¿Lo malo? Algunos errores que ya debería haber aprendido y en los que vuelvo a caer sin remedio.
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