viernes, febrero 22, 2008

El día de la marmota.


No se puede negar que esta carrera sirve para adquirir toda clase de pequeños conocimientos. En Inglés, por ejemplo, conocimos qué es el Día de la Marmota, aunque muchos de vosotros ya lo sabréis por la película que, en su idioma original, tiene su mismo título (Groundhog Day) Sí, la del tío que se queda atrapado en dicho día. Y eso que yo aún no la he visto. Esta semana ha tenido un poco de eso, ciertamente, Semana de la Marmota, o Semana de la Estupidez, porque todos los días llegaba tarde al bus por un par de minutos y debía ir a pata, lo cual por un lado es un viaje más sano y económico, por el otro no me permite desarrollar cómodamente actividades como las de hoy, leer un poema de mi compañero Santi y dormitar (no por el poema, desde luego, que es muy bueno y espero colgarlo en el blog) Eso sí, justo hoy que llego a tiempo, resulta que me olvido el bonobús.
La vida tiene esas pequeñas casualidades. Tuve que pagar el bus, luego no tenía casi dinero para la hora libre. Recordé que el profesor de Latín me había prometido un café por acertar el sujeto de una oración. No tomo café, pero lamenté que no estuviera. Eso sí, una vez pagada la consumición,apareció en un par de minutos. ¡Por qué poco! Cosas del azar.
Pero eso no quiere decir que sea una mala semana. A menos que la fiebre me vuelva a atacar, hoy tenemos una segunda cena de clase. Y una segunda oportunidad nunca se desaprovecha, así que vayamos allá que luego empieza el chape en serio.

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