lunes, marzo 17, 2008

Afónico pero libre.


Aquí estoy al fin, fijáos si me tomo en serio esta carrera que he dejado pasar dos mensajes que quería colgar aquí (están en reserva a la espera de que así lo haga), y tan solo ahora quiero escribir unas líneas con las que finalizar esta sequía.

El examen parcial de Lengua Española I ha sido preparado a conciencia, con todas las limitaciones pertinentes respecto a su condición de primer examen fuerte en varios años. El fin de semana previo a la Semana Santa, que el pasado año se vio marcado por un estúpido incidente que podéis encontrar en los archivos de este blog, tan solo deparó esta vez un encierro con ciertas concesiones artísticas a Tim Burton, Oscar Wilde o Sylvester Stallone (en este caso anteponiendo la testosterona al arte) Si el fin justifica los medios aún está por ver. Creo haber aprobado, a mi juicio no sería justo lo contrario, pero no me gusta anticipar hechos y luego acarrear desagradables sorpresas.

A fin de otorgarme un incentivo, he decidido hacer la tercera escapada del curso a Madrid. Iba a dejarla para verano, pero la amenaza de intervenciones quirúrgicas o, en el peor de los casos, de cargarme alguna para septiembre me urgen a aprovechar el momento ahora que puedo, en estas vacaciones de ¿Pascua? o de lo que sea, la siguiente semana. Un necesario break entre Lengüi y Lingüi. Por ahora, se me ha quitado un gran peso de encima. Pero es la tercera vez que me matriculo de esta asignatura, y tengo esperanza casi total en superarla. A la primera, por la Complu, la dejé por vago. A la segunda,en la UNED, la dejé por tonto. A la tercera, esta mañana. Moraleja: ningún examen más sin reloj en la muñeca.

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