lunes, marzo 03, 2008

¡Vaya manos, chicas! (II)


Tengo menos tiempo para hablar sobre Irina Palm, lo cual es una pena, porque fue una sopresa mucho más agradable para mí. Soy muy joven como para haber visto a Marianne Faithful durante el apogeo de su fama, cuando era cantante, novia de Mick Jagger y se ponía hasta las cejas de todo. Si lo que quería era romper con esa imagen, ha acertado de pleno, porque queda a años de luz de esta abuela tan poco glamourosa, que se ve obligada a aceptar un trabajo en el que a priori no habría encajado en absoluto.

El punto de partida de esta película es tan delirante que ya por sí solo le hubiera valido una nominación al mejor guión. Su personaje, para costear el tratamiento de un nieto moribundo, acepta trabajar en un sex shop como encargada del pajódromo, por así decirlo, es una mano anónima que pronto adquiere tal estilo que provoca colas de tipos dispuestos a aliviarse, y muy bien tendría que hacerlo, porque ya me diréis que pagar para algo que te puedes hacer tú mismo, pues oye. Semejante argumento podría haber dado pie a la chabacanería, por suerte no. La película tiene humor, pero en el fondo es un drama. Combina muy bien ambos planos, siendo sobria tanto en uno como en el otro. Después de ver esta película uno puede tener ganas de masturbación... A no ser que vea, tal y como advertí, a Aznar en su jersey rosa.


PD- Vi Lejos de ella... Y me dormí. No es que fuera mala, malo fue el momento que escogí yo para verla. Claro que el tema, ancianos con Alzheimer, no daba para mucha diversión...

2 comentarios:

Hopewell dijo...

No he visto la peli pero como en música dices que se admiten sugerencias, yo sugiero:
BUNBURY.
A ver si de una vez, coño...

:)

Luis dijo...

jajaja. Bien, Bunbury ya lo puse alguna vez, pero lo pondré de nuevo por Libia.