Ha habido un pequeño error de cálculo, en realidad ha sido hoy mi último día de clase. Ya se sabe, cuando se dice "... hasta el 6 de junio", no se entiende muy bien si este es inclusive o no. La verdad es que hoy solo tenía una hora, para más inri a las 9 de la mañana. Era de Gramática Generativa, nada nuevo, pero bueno. Había que ir. Hasta el rabo todo es toro. Y era la última clase del primer curso de una carrera que en su día creí haber abandonado por completo.
Y el día de fin de exámenes tampoco será el 23, sino el 27. He aprobado Latín, pero no quedé contento con la traducción, así que voy a presentarme porque no tengo nada que perder, ni casi nada que estudiar. Para subir de sobresaliente a matrícula. Sí, se que suena prepotente, en fin. Pero, ya lo puse en el último poema, todo es susceptible de mejorar. Yo tampoco me obsesiono. Prefiero darle un poco de caña ahora y luego tener todo el verano libre. Aún no tengo muchos planes. Quiero ir a Madrid, eso está claro. Y seguir con los Abrasadores. Otra opción sería viajar a Gambia para ver si me ligo a un taxista. Pero eso no es muy aconsejable... En el fondo, van a ser dos semanas de estudio muy relajado. Si me pongo a comparar con dos años atrás, cuando me iniciaba en el Corte, eso sí que era duro. Que se lo digan a Oli, que tiene que volver a lidiar con ellos pronto. Después de un empleo así, a uno le entran ganas de meterse en un trabajo dentro del cual el trato humano sea inexistente, como pastor, por ejemplo. Sí, creo que en el peor de los casos esa puede ser mi vocación si todo se va al carajo. Un pastor culto, como los de Virgilio, jeje. En fin. Menos divagar y vuelta al tajo.
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