jueves, marzo 19, 2009

La feria de las vanidades.

Esta tarde tuve una extraña sensación al ir a clase. Me dio la impresión de que, de entre todos los (numerosos) jóvenes que ocupaban el autobús, mi compañero Santi y yo éramos los únicos que íbamos a clase, o al menos que llevábamos mochila y sin botella dentro. Tendríais que haberme visto intentando leer a Petrarca mientras a mi alrededor se disertaba sobre hacer subastas de chicas o algo sí. ¡Subasta! Sí, como en una feria, no se si feria de vanidades como en el título o feria de ganado. ¿Qué opinaría el humanista italiano de todo esto? Él se pasó años dando el coñazo con Laura, y gracias a ese frustrado amor tenemos su legado en un genial Cancionero. De haber vivido hoy, quizá se conformaría con ir a ver si las damas estaban más vulnerables a cierta hora (Como el anuncio: El alcohol te hace más vulnerable...) Y en vez de hacer sonetos, puede que desvariara en un blog como yo.
No se. Yo tampoco estoy por criticar mucho porque la semana que viene, supuestamente, será la espicha de Filosofía, pero si yo voy será en unas condiciones que no atenten contra mi dignidad (término que tomo prestado de uno de los personajes de nuestro proyecto en marcha) Al menos no me herniaré por mover el culo unos metros para que luego el campus no parezca el de Gaza hace un mes o así. Pero bueno, hoy había una multitud digna de un motín, y los pocos que entraban en mi facultad lo hacían para vaciar el depósito antes de llenarlo de nuevo. Nosotros tuvimos Tradición Clásica, pero ni el ambiente ni el tiempo incitaban a bucear en mitos como Troya, la Odisea o Alejandro Magno. Finalmente acabamos la tarde en el Cafelito, gozando de una charla intelectualmente más estimulante al son de la música de jazz; cualquier día entrará Woody Allen por la puerta para unirse a la misma (Es que... Es que... Es que... Lo que yo no entiendo es...) ¿No sería gracioso que en una próxima película situase un tablao flamenco en León? Todo es posible.
Por cierto, irónico hubiera sido cursar la asignatura antes citada en Primero de carrera. Por entonces ideé un guión con no pocas similitudes con el mito de Odiseo: después de un largo viaje, toca el regreso a Ítaca...

2 comentarios:

Hopewell dijo...

¿Subasta de mujeres?
Ay, quien fuera joven de nuevo...

Luis dijo...

Metafórica, imagino...