sábado, marzo 28, 2009

Sueños de cine.


Ya he comentado aquí en alguna ocasión que no suelo recordar, al menos de manera nítida, mis sueños; no obstante, si alguna vez lo hago acostumbra a ser como para echarse a temblar. Y no porque sean pesadillas, antes bien lo contrario. En el sueño de anoche, por ejemplo, lo escalofriante es que no se ha cumplido y dudo que se vaya a cumplir. Estaba con una mujer a la que conozco, nadando en el mar. ¿Hacia dónde? No se. ¿Importa eso? Y no penséis que se trataba de un sueño húmedo, pese al agua. Ambos llevábamos bañador y no hubo contacto entre nosotros. No necesito ser Freud para interpretarlo, conociendo la identidad de la muchacha se que se relaciona con este fin de semana, que podría haber sido muy distinto de lo que va a ser.

¡Pero hay sueños que sí pueden cumplirse, amigos! Como los que tenía cuando ingresé en ese hospital reconvertido en escuela de cine. Aquí os dejo un par de enlaces a artículos de blog relacionados con la serie Pigmalión. Espero que os gusten y que entre todos podamos llegar a alcanzar estos sueños de cine. Largo ha sido el camino como para abandonar ahora...





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