lunes, agosto 03, 2009

Boring Men.


Yo que creía que este verano ya no iba a poder soportar un filme más demencial que Mentiras y Gordas... Pues lo hay, y tiene muchísimo menos sexo y muchísima más violencia. Se llama Watchmen y está basado en lo que, a decir de algunos críticos supongo que pelín exagerados, es el Ciudadano Kane del cómic. Eso no me dice nada, porque a mí la peli de Orson Welles me parece buena pero no la mejor de la Historia. Ay, esos tratamientos realistas o pseudorealistas de los superhéroes... La última de Batman, que la hicieron también como si fuera El padrino, convenciendo a casi todos menos a mí. Si yo no leo tebeos no es porque los desprecie, sencillamente me gustan más los libros. No he leído el Watchmen original, desconozco si será una historia pretenciosa pero la película sí lo es. Es una basura pretenciosa y aburrida, algo difícil de perdonar. Mira que ayer empecé a jugar en Facebook al mítico juego de las pompitas y podría haber practicado mucho durante las dos horas y media, interminables, del filme.

Como siempre, voy a destacar algún punto positivo. Me gusta la premisa, algunos detalles de homosexualidad implícita que ya pudimos ver en 300 y, sobre todo, el prólogo durante los créditos; ahí vemos a los héroes codeándose con figuras clásicas en la historia de Estados Unidos, departiendo con Andy Warhol y Truman Capote o asistiendo a Studio 54 con Village People. Un detalle genial, pero luego la pifian. Yo supongo que el problema del director es que ha querido ser muy fiel al original. ¿Por qué? ¿Es que no entiende el significado de la palabra adaptación? Un filme de generoso presupuesto como este no debería ser solo sufragado con el dinero de los fans, sino del público en general. Peter Jackson, más acertado, sacrificó a Tom Bombadil, la guerra civil hobbit y en general hizo lo que le dio la puta gana con la obra maestra de Tolkien, con un resultado aceptable. Snyder ha caído en una hipertrofia total, de tramas, personajes y peroratas. Un totum revolutum que juega a obra épica pero da risa, de forma involuntaria.

Y, aunque va de seria, incluso parece tomar elementos del Batman de Joel Schumacher, como el traje de Búho Nocturno o el parecido de Mr. Frío y el Dr. Manhattan. Este último, con toda su aureola mítica, es lo más ridículo de toda la película. Es como el Gigante Verde del maíz, pero azul y totalmente rasurado, con un pene que para estar en reposo me parece excesivo. Yo no llegué a conocer del todo cuáles eran sus poderes, excepto el de soltar soliloquios extraños y alguna que otra chorrada como la que dice al final: Me voy a otra galaxia más tranquila. ¡Olé! Lo de su estancia en Marte es como un viaje de ácido, pero el desenlace en la Antártida no le va a la zaga. ¿Y la tigresa mutante o lo que fuera eso? ¿Y el asesino moralista, que parece un émulo de Chuck Norris que no se sabe por dónde mira con esa máscara?

Si es que los extremos se tocan, porque esta me parece tan boba como la de Los 4 fantásticos, pero aquella por infantil y esta porque va de adulta, con una violencia muy realista y a mi juicio injustificada (¿se creerá que aún está haciendo remakes de zombis?) y un poquito de sexo con otra frase para la Historia: Chupar tu dedo es como chupar una pila. En fin, solo os recomiendo ver estas cosas en verano, cuando hay más tiempo. Watchmen juega a ser cine de gran calidad, un espectáculo como los de antes... Pero si queréis saber por qué el cine es grande, visitad el blog del amigo Hall, que lo ha retomado para gran alegría de todos sus seguidores, entre los cuales me enorgullezco de ponerme a la cabeza.


PD- Y si la película es pretenciosa, atención a la publicidad: Del visionario director de 300... ¿Cómo?

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