sábado, agosto 01, 2009

Parchiseando.


¿A qué día estamos hoy? ¿A uno de octubre? El mes empieza raro, no solo por el tiempo. Ayer, aunque hubo vinos y discoteca, entre medias anduvimos jugando unas pachangas de parchís, algo insólito pero divertido (sobre todo mientras vas ganando) Y el sitio elegido fue el Ékole, ese mítico café que sirvió de plató para El ser reprimido, antes de que retiraran los tableros de ajedrez...

En fin. Nos hacemos mayores, pero no demasiado. Un síntoma de ello es que estuve por bajar la película, por decir algo, Sex Drive, pero deseché la idea en un suspiro. Antes, cuando estaba más cerca de la edad de sus protagonistas, me gustaba ese tipo de películas; ahora no, antes bien las encontraría irritantes. Es más, ya el propio cartel me irrita. Los chistosísimos traductores españoles han añadido un rótulo cargado de ambigüedad semántica, ¿En qué coño estás pensando, tío? Quien sabe, quizá algunos titulados en Filología Hispánica encuentren empleo en distribuidoras, los hay mucho peores.

Bueno, en esta estropeada tarde voy a seguir con una lectura que viene al pelo, Séneca y sus estoicas tragedias. Por la noche podremos poner el broche a una tríada como las que no recordaba desde hacía bastante.

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