No las tenía todas conmigo con el Concursito de esta nochebuena. ¿Falta de ánimo? ¿Nos hacemos mayores? Nada de esto. Como los Abrasadores, esto es algo que se ha quedado anclado en mí y el paso de los años no lo afecta. Pero esta vez he tenido un problema básicamente de tiempo. Dos semanas de taller, carrera, y, hecatombe asegurada, ahora un examen el jueves a primera hora.
Por fortuna, he tenido algunos momentos libres para comprar los regalitos y diseñarlo un poco. Se que cada vez cuesta más lo de hacer el tonto, pero por lo menos espero que esta vez nadie se quede sin obsequio, algunos son cutrillos pero otros vienen allende los mares... Y las pruebas, pues muchas están basadas en Vagos y Maleantes, diversión asegurada. Veremos cómo sale. Por lo menos, organizado queda.
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