lunes, enero 14, 2008

Bardem: Buena y mala suerte.


Ya lo decía yo hace poco. ¡Quién hubiera nacido en California, en vez de pasar apenas diez días alli! Lugar donde los guionistas hacen huelga, y tienen el poder necesario para cargarse por primera vez en la historia los segundos premios más importantes de cine. Si aquí mil guionistas hicieran huelga, cinco mil más se abalanzarían para quitarles el puesto, entre ellos yo, sin miedo a que les llamaran esquiroles, suplicando por escribir algunas líneas para esas horrendas escenas de matrimonio que yo nunca he llegado a ver completas.

Un argumento más para quienes dicen que Zapatero es gafe: la primera vez que un actor español gana el Globo de Oro, no lo retrasnmiten. Bueno, por un lado tendré que solidarizarme con mis compañeros guionistas, y reconocer que gracias a ellos no he pasado la noche en vela, sosteniéndome gracias a Coca-Cola y Mr. Corn, nada sano. Pero, por otra parte, me joden, porque yo tenía muchas ganas de verla, y además ganó gente cuyos discursos me hubiera interesado escuchar, no solo Bardem: Jhonny Depp, Cate Blanchett, los Coen, Julie Christie, Spielberg (honorífico)... Solo queda ya el consuelo de que al menos los Oscar se salven. Y, por cierto, los premios muy repartidos, como debe de ser. No he visto la mayoría de películas, pero coincido en algunas, como Ratatui, o como leches se diga.

Bueno, Bardem no es que me entusiasme, pero seguro que en esta película está bien. Ser de los hermanos Coen siempre es una garantía. Sí puedo decir que hay un papel suyo que me gusta, y otro que detesto.

- Me gusta el primer papel por el que le nominaron al Oscar (parece claro que por este se lo darán), el del poeta cubano homosexual Reynaldo Arenas en la película Antes que anochezca, del también galardonado Julian Schnabel.Una transformación digna de un Actor´s Studio.

- Detesto ampliamente el premiado papel del cargante señor paralítico, que se quiere morir desde el principio, y de hecho yo tengo ganas de que se muera al minuto cinco y no la palma hasta el ciento veinte. Menos mal que Amenábar ha dicho que su próxima película va a ser de aventuras y ha contratado a uno de los responsables de la saga de Indiana Jones.

Pues me alegro de que un compatriota triunfe allí, que es donde hay que triunfar visto el panorama que hay aquí. Se lo que dirán algunos, acusándole de hipocresía por criticar a los Estados Unidos y luego aceptar encantado sus premios. Ah, pero es que no critica a la nación en sí. Por esa regla de tres, un noventa por ciento de los españoles seríamos antipatriotas por haber estado contra Aznar. Nope. Si Bardem critica a Bush, que es lo mismo que hace casi todo Hollywood salvo algunos casos perdidos, o se va a Cuba a pedir un juicio para el bigotes (ironías de la vida, él que bordó a un represaliado anticastrista), eso entra dentro de su libertad de expresión, nada tiene que ver con la calidad de su trabajo. Separemos la política del arte. Fijáos en la película que recomiendo esta semana. Es cine independiente, vale cuatro duros. Pero es sorprendente, original y bien escrita. De esas en España se hacen una entre cien. Así que no seamos victimistas y hagamos buenos filmes, o aquí no va a quedar ni el tato...

Próxima parada, con un poco de suerte, los Oscar.

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