lunes, junio 22, 2009

Profetizando.

Ayer estaba que me subía por las paredes, pero ello era porque hasta esta mañana desconocí la nota del primer parcial de Lengua II: un ocho. Acojonante marca para un examen durante el que la fiebre me subió varias décimas. Este detalle me dio más confianza y no creo que haya problema respecto a pasarlo, ahora ya solo queda uno.
Por relajarme, me bajé el disco (el disco, creo que no hay más que uno) de Russian Red; este blog tiene tan pocos lectores que no creo que ninguno me denuncie por ello, ¿verdad? No lo hice por delinquir, sino más bien por efecto terapéutico. Llevo queriendo tener ese disco desde que fui a su concierto con Josh-Royal, pero no compro un cd original desde el de Lantana, y ese porque me lo firmó, je, je.
Por la noche pusieron dos espacios que me recordaron mucho a mi estancia en Madrid. Uno era la última versión de King Kong. Bastante aburrida, pero nosotros supimos hacerla divertida... El otro era un especial de Cuarto Milenio, un clásico moderno en los pisos de la capital. Es uno de los pocos programas televisivos que me gustan, relegado a horarios por lo común imposibles. Resulta que Nacho estaba también conectado y solito en casa, como yo, así que pudimos chatear rememorando esos tiempos, entre múltiples chanzas. Una pena que no pudiera ver todo el especial de Iker Jiménez, el sueño me venció antes (¿habrá posibilidad asimismo de bajarlo?)
Se trataba de un especial sobre profecías, así que me puse a ver si profetizaba la nota del examen, aunque soy bastante malo para eso. Tampoco profeticé que el bus llegaría diez minutos tarde, pero aún así a tiempo para empezar. Fueron dos horas escribiendo sin parar, relegados en el mismo pasillo que la otra vez, y con una vigilancia del profesor que no superó los diez minutos, como mucho.
Bueno, abreviaré porque estoy cansado, aunque no tanto como con el examen del año pasado por estas mismas fechas. Hoy voy a hacer lo que ayer no pude, tomar la noche libre y sin cargas. Mañana seré agasajado en la fiesta de mi primo y abrasador Juan, entonces ya podremos divertirnos. Hoy también hay Cuarto Milenio, aunque va en plan acojone y, aunque no soy supersticioso, no se si lograré aguantarlo. En Madrid lo conseguí alguna vez, aunque luego me costaba mirarme en el espejo. Puede que haga un doblete de miedo con la versión actualizada de Viernes 13, saga que siempre me importó un carajo. En fin. Si no nos vemos mañana, feliz San Juan.

No hay comentarios: