Si algo bueno tiene este empleo es que, aparte de la obvia facilidad de desplazamiento, sus pocas horas pueden ser distribuidas de tal manera que me reste un número razonable de días para volver a esta mi tierra, siempre que el viaje se haga entre semana, cuando la gente aún no tiene demasiadas ganas de apoltronarse mientras se ceba con la especialidad más solicitada, la pizza barbacoa.
Yo dije que vendría, si me dejaban. Un mes después de mi última visita, he cumplido a medias mi objetivo. No vengo de manos vacías, pero lo que tengo es a todas luces insuficiente. Merced a esa cualidad, al menos puedo estar aquí. Para despedidas varias. De hecho, casi se podría despedir al verano, al menos desde el punto de vista climatológico, porque hace un tiempo más bien otoñal. Marcha, hoy a las dos de la mañana, mi primo Juancho, el Abrasador Buen Ojo número 3, se va a Vermont, en los USA; para estudiar allí un año. Si Libia quiere nos volveremos a ver todos en Navidad, pero de momento ayer le despedimos en un Húmedo frío y vacío. El calor y la fiesta lo llevábamos nosotros, una buena tropa Goofy, a ver si me acuerdo de todos: Juan, Espe, Fer, Mowgli, Dani, Claudia, Car, Carli, Blanca, Alexis, Marta, y las dos chicas que quedan, si la memoria no falla, Sandra y Tatiana. Bene. Primero caña en el In Situ,luego al Universal, lugar habitual de reuniones de primos, y al final al Geppeto, por eso de tomar una copa y bailar un poco. Allí se tomó el posado del verano, solo que no estábamos en biquini, solo los cuatro Abrasadores en la instantánea más buscada. Aún no la he colgado, lo haré cuando me la envía la intrépida reportera que la tomó. A falta de esa, pongo la de una estatua de león del Golden Gate Park de San Francisco. No es que sea como la del puente sobre el Bernesga, pero bueno... Al menos también está en una ciudad que me encanta.
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