Vuelve la diversión

Hay algo que no os he contado, porque fue hacer más de un par de años, pero la primera dinámica de grupo que tuve fue en Starbucks, esa cadena de cafeterías que aquí en Madrid prolifera como setas en otoño, no digamos ya en Estados Unidos. Yo este año he sido bastante asiduo de la misma, tanto aquí como en San Francisco, donde fui bautizado como Reese en un vaso, como prueba la foto que adjunto.

En aquella primera ocasión, la dinámica fue tan imaginativa, no se pasaba tantos pueblos como la de la FNAC, y consistía en que teníamos que organizar un tour de vacaciones por Europa a una familia de japoneses con hijos. Si, no os riáis.Dado que, para variar, no tenía ni idea de qué buscaban, no puedo asegurar por qué pero no me llamaron más. Ahora tengo una segunda oportunidad mañana, y como vuelva a ser de lo mismo ya será pa escojonarse. Tendré que ir elucubrando sobre posibles entretenimientos para orientales. En cualquier caso, advertiré que vigilen sus cámaras digitales.

No pasa nada, ya tengo curro. Hoy fui a hacer el cursillo de formación. Éramos cuatro tíos, eso parecía un funeral. Nadie hablaba. Por mi parte, no había de qué alegrarse desde luego. Firmar un contrato así no es para batir palmas. Y el vídeo era un coñazo a esas horas de sesteo estival. En fin. Al menos tendré descuento en las pizzas, así que os invito a pasaros por Gasómetro. Eso sí, será más sano y barato si os cocino yo mismo un buen arroz al estilo familiar o una tortilla de patata que la que hice esta semana me salió esa sí de momento redondo. Yo por no hacer ni siquiera me he hecho ni una de Casa Tarradellas en nuestro horno, que hay que bajar las chuletillas del bautizo de Pablito aún.

Así que mañana, diversión de mañana y de tarde. Dentro de la tónica de un mes como este, no se puede decir que no haya qué meter en el blog. Es un páramo, pero creativo.

Y, si en Starbucks no me llaman a la segunda ronda, no será necesario hacerle boicot. Ya lo estuvimos hablando el último día. Como a Claudia la discriminaron de manera clarísima para ese empleo, por mi parte no tengo intención de darles más euros o dólares. Claro que una oportunidad de curro no la puedo desperdiciar, sea como fuere.