sábado, julio 03, 2010

Reflexiones (cuasi) pornográficas.

REFLEXIONES (CUASI) PORNOGRÁFICAS.

No voy a hablar del Orgullo porque sería repetirme, pese al día que es hoy. Este año no asisto por motivos varios, de todos modos espero que vaya bien, pese a estar contraprogramado con el partido de España. Curiosamente hoy ya hubo una manifestación, en contra del aborto, pero ambas no van a coincidir y por tanto que nadie espere una batalla campal con fetos de plástico y taconazos. Yo me quedo con una frase que escuché a uno a quien entrevistaron en la plaza de Chueca: Es que nadie lleva goma, coño, que siempre la tengo que poner yo. Ya sabéis, llevad gomita, aun en el caso de que no tengáis pensado usarla.

Donde no se usa mucho de eso suele ser en las películas porno. Hoy voy a hablar de porno, no porque necesite subir el número de lectores del blog, sino porque creo que tanto estos como yo somos lo suficientemente maduros como para abordar el tema sin sonrisillas de picardía. Ayer, después de acabar un poema que colgaré luego, me quedé a ver un poco el filme porno del Plus. No os llevéis a engaños; el fin no era, a priori, el habitual en estos casos. Un escritor tiene que buscar la inspiración en los motivos más variopintos, y es por ello que yo ahora escribo sobre esa película cuya estrecha vía argumental versaba sobre una especie de Gran Hermano erótico. Hubo un tiempo, antes de la eclosión de Internet, en que el porno del Plus era como un sancta sanctórum en el que los adolescentes descubrían secretos vedados hasta entonces (¿en verdad habría quien lo viera codificado?). Yo ahora me puedo permitir observarlo por encima del hombro, no lo necesito y me puedo acercar con un fin sociológico. Sí, en serio, parece broma pero no lo es del todo.

Por lo general, el porno heterosexual me parece bastante detestable. Suele haber un contraste entre chicas guapas, pelín artificiales, y chicos y no tan chicos no tanto, al menos para mi gusto, quizá con porte de sementales pero poco atractivos en conjunto. No hablo ya de Ron Jeremy, digo que sobre gustos no hay nada escrito pero para mí las estrellas masculinas más guapas están en el porno gay; claro que la virilidad y yo estamos algo reñidos… En realidad las películas heterosexuales son, por lo común, bisexuales, salvo que los personajes bisexuales son siempre mujeres. Una morena, con camiseta de Hello Kitty, decía a cámara, en un confesionario poco pío: Los chicos me han gustado y las chicas están también muy buenas. Yo soy bisexual y las tías están tremendas. De Perogrullo, querida. Tú y las otras tres. No es necesario el decir por qué, lo sabe todo el mundo y yo lo expuse en un pasaje de El diez por ciento. Se apuntan de forma más suave estrellas como Madonna y Britney Spears al darse un beso, o incluso la conversa Miley Cyrus parece que ha amagado con ello.

Por lo que a mí respecta, lo tengo claro. Si prefiero las escenas sáficas es sencillamente porque ganan en estética, por lo mencionado antes. Suelen destilar mayor belleza. Y parece que el reglamento de este Gran Hermano se habría adaptado a estas características. Cuando una rubia de poderosa delantera trató de seducir a otra morena delgadísima y tatuadísima (todos llevaban tatuajes, reales o no), la cual la rechazó por razones que estuvieran en el guión, apareció luego una cortinilla con este mensaje: Fulanita tiene un punto más por su acercamiento a Menganita. Menganita sufre una penalización de un punto menos por resistir el avance de Fulanita. ¡Por Libia! Me pregunto qué hubiera pasado si alguno de los tres maromos hubiese intentado un acercamiento a otro. ¿Tarjeta roja? ¿El doble de puntos y el doble de abonados menos en el Plus? En todo caso, lo que sí es doble es el rasero por el que se regía ese concurso, en el cual me importa un carajo quién hubiera ganado al final. Me quedé con las ganas de ver a la morena declarada bisexual en acción, era el personaje que gozaba de mi mayor simpatía. Pero Morfeo no lo consideró así y me mandó a la cama.

Yo me quedo con el porno bisexual, por desgracia es bastante invisible al igual que la orientación en sí. Al menos el bisexual en todo el sentido del término, no el bisexual femenino dirigido a un público masculino. Como sea que en el Plus no van a escucharme, ya lo buscaré yo. Aunque prefiero la realidad…

En fin. Rehuyendo del tópico de que el fútbol solo es para heterosexuales, espero un gran éxito hoy en el Orgullo, en la selección y ya sabéis, si salís por la noche no olvidéis la goma (a ser posible de vuestra talla).

No hay comentarios: