domingo, julio 10, 2011

El día del orgullo mutante.


Desde un principio se dijo que la saga X-Men tenía un seguimiento especial por parte del impropiamente llamado colectivo gay, que se vería reflejado en las historias de estos mutantes que no pidieron nacer azules, peludos o con alas como polillas. Es cierto. Hay una escena significativa en X-Men: First Class, un diálogo entre dos mutantes cuyo aspecto más, por así decirlo, humano lleva los bellos rasgos de Nicholas Hoult y Jennifer Lawrence. El primero, en su etapa pre-Bestia, crea una cura que, como suele suceder en estos casos, no funciona del modo esperado. No quiere seguir ocultándose, quiere ser normal. Su compañera pelirroja y con escamas azules opina que, aunque son diferentes, no están obligados a encajar en la sociedad, sino incluso a imponerse a ella. Su lema es: mutantes... y orgullosos.
En esta precuela podemos ver cómo las opiniones contrapuestas entre mutantes llevan a los dos grupos consabidos de la trilogía anterior. Unos piensan, no sin cierta razón, que el homo sapiens ya no va a evolucionar mucho y que mejor sería sustituirlo por una nueva y más poderosa raza. Los otros pretenden un entendimiento, aunque el final de esta película no alienta muchas esperanzas hacia esa vía. Mirándolo bien, es normal que los humanos se cabreen con ellos. Viendo al profesor Xavier, me preguntaba si habría logrado hacerse profesor gracias a sus poderes como telépata, anticipando las preguntas que caerían en los exámenes. ¡Cuánto me hubiera arreglado eso a mí la vida en los dos últimos meses!
Al margen de elucubrar sobre eso, lo cierto es que la película me gustó mucho, creo que tenía un guión más sólido que las anteriores, además haciendo un interesante ejercicio de revisionismo histórico que encaja bien en la trama. El reparto, aparte de los ya mencionados, bastante compacto y bueno. Yo creo que Magneto o Xavier son personajes bastante interesantes que sí merecerían una película para ellos solos, no como esa que hicieron de Lobezno, quien aquí solo aparece en una pequeña y chistosa escena.
Bueno, la verdad es que este blockbuster me ha convencido, ya veremos qué nos depara el resto del verano. Voy a continuar con mis cerdos, que no son mutantes pero bien pudieran serlo...

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