Mal recibe esta tierra a su hijo pródigo. Una pena que no tuviera mi famosa máquina del tiempo para saber el virus que iba a pillar, pero me temo que aún no la he fabricado. Y eso que ayer muy bien, al menos pude tomar unas leonesas tapas con Alicia, pero luego fue de mal en peor, ambos nos hemos visto poseídos por estos microorganismos que han boicoteado la fiesta de hoy, el retorno al Húmedo y al piso franco, cojín incluido. Pues nada, solo he podido cumplir esta tarde, a duras penas, con la tradición de ir al Cafelito con Alejandro, sitio que siempre da pábulo a cosas surrealistas, como la que me ha pasado. Será la música de jazz que ponen, la cual nos recuerda a Woody Allen, y de hecho hoy tengo un gran motivo para la hipocondría. Ni siquiera hemos estado inspirados ninguno para estrenar la nueva Moleskine. Esto es un desmadre... Y encima lloviendo y venteando a mares y tal. ¿Se habrá cabreado Eteria conmigo? Es posible.
En fin, me temo que no puedo escribir más. Mi cuerpo en campo de batalla no me lo permite. Besos y abrazos a aquellos con los que espero mañana recuperar lo de ayer.
El gobernador de Libia no nos ha acompañado.
3 comentarios:
cariño, lo nuestro es mala pata. bueno, a ver si mañana la cosa mejora. si no tb se pueden matar los virus a birras. se intentará
besos
"Llore si quiere. Pero eso no le consolara. Creame, solo pueden hacerlo las acciones, no los llantos"
ETERIA.
Now where have I seen those words?
Si os ha caido una maldicion de ETERIA... que el Gobernador de Libia os pille confesados.
A cuidarse...
WENDELL G
Si es que los virus son muy cabrones... Acuerdate del que pillé yo en navidad y que me duró un mes, el hijoputa...
En fin, ya me contarás tus correrías leonesas.
Bye!
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