miércoles, julio 08, 2009

¡Bazura!


Ladran, luego cabalgamos (por cierto, si esta frase está en el Quijote yo no recuerdo haberla leído) Pero viene al caso respecto a los criticadores habituales de las fiestas del Orgullo, que cada vez parecen estar más de los nervios. Ya no saben qué sacar para construir algún argumento medianamente útil, lo último ha sido algo tan banal como la cantidad de basura que generan, algo que se podría aplicar a centenares de festejos y cuyo volumen varía según lo extendido de los mismos (y, en Madrid, ahora mismo no hay fiestas más concurridas que estas que acaban de pasar) Así que ya pueden acusarnos de basura moral y basura física. En general, ¡bazura!
Aunque yo odie las comparaciones, a veces más dañinas que un cáncer, no puedo evitar aplicarlas a dos fiestas muy cercanas entre sí, el Orgullo y San Fermín. A todos los que vienen con lo de circo y ridículo... ¿Qué es más ridículo? Con todos mis respetos, para mí es lanzarse a un posible suicidio televisado en directo (no en vano eran las fiestas favoritas de un conocido y suicida escritor) Pero no son tratadas por igual. Ni en apoyo institucional, ni en apoyo mediático. Tuvimos que soportar cómo el domingo por la tarde, en el telediario de la cadena pública, se sacaron de la manga un concurso de dobles del literato antes citado y, en cambio, no dedicaron ni un segundo a una manifestación que reunió a más de un millón de personas.
Sí, he dicho manifestación; no circo, ni fiesta, ni carnaval. Pero, eso sí, es una manifestación festiva, lo cual no tiene nada de malo. Vamos a empezar a triturar tópicos, porque aquí todo el mundo se cree con patente de corso para opinar, incluso cuando está a años luz de la idea sobre la que opina. La web de El Mundo sacó un artículo antes del Orgullo en el que un par de colectivos, de extrema izquierda y de extrema derecha, trataban de hacerse propaganda a base de criticar, más bien de forma zafia. Cuán cerca están los extremos entre sí... Yo me alegro de que surjan alternativas al movimiento más mayoritario, pero si el único bagaje que muestran son una catarata de tópicos y lugares comunes... Trataré de analizar alguno:
1) El coñazo de la carroza: vamos a ver, en esta manifestación hay dos partes que yo diferencio claramente. Está la primera, que contiene la cabecera principal y luego las asociaciones, sindicatos, partidos, ONG,etc. Luego están las carrozas, que a mí no me gustan especialmente pero no obstante respeto. Así que eso de los musculitos bailando encima de la carroza... No, que no. Los habrá, pero que no se conviertan en el emblema de la marcha porque sería denigrarla. Yo vi más bien una mayoría de gorditos velludos...




2) La fiesta: el Orgullo es una manifestación, no un sepelio. Se pueden reivindicar las cosas con alegría, que a veces se deforma hasta convertirse en esperpento, pero no hay por ello que culpar a la mayoría. Lo que pasa es que, claro, se refleja lo que vende, y también lo que se puede usar como arma. En el periódico no veréis una foto de la pancarta Escuelas sin armarios ni tampoco de alguna delegación de ciudad de provincias... Más bien podréis toparos con la enésima variación del mamarracho que va a lucirse y que le hagan fotos como si fuera un fenómeno de feria. Voy con otro símil, imaginad una manifestación contra el terrorismo en la que solo salgan reflejados algunos neonazis jóvenes junto a residuos falangistas y frikis por el estilo. ¿Es esto imparcial?
Y lo de la basura... Ejem. ¿Tendremos que clausurar también el Barrio Húmedo de León? Vale que mucha gente tenga un problema de civismo, pero eso no entiende de orientaciones sexuales. Y, si no, fijáos en las espichas, en las que se da una heterosexualidad apabullante como la que tengo pensado reflejar en mi próxima obra Esperando a Follot.
Así que, si a ellos les parece risible la manifestación, a mí me lo parece su actitud, unas pataletas que provienen del hecho de no saber meterse en sus asuntos y dejar a los demás que se metan en los suyos. ¡Hakuna Matata, vive y deja vivir!
Podría escribir cientos de líneas sobre esto, pero prefiero diversificar un poco mi escritura. Ayer me vinieron a ver las musas, así que ya tengo perfilados los dos proyectos que empezaré (pero no creo que acabe) este verano: uno cómico y el otro dramático, aunque sin pureza total en ninguno de los géneros. No abandonaré el blog, pero mis reflexiones no serán tan profundas como quisiera. ¡No se puede abarcar todo, my friends!

PD - Ahí tenemos a Claudia, desarrollando junto conmigo una labor insólita: dar apoyo a la policía para abrir paso a los políticos y demás capitostes. Los fucking jefes de la seguridad, jaja.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy bieno, Luis. Se tardara pero la gente cerrada de miras desaparecera.
Paco