viernes, julio 24, 2009

El criticón (I)

Así pues, quizá en la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso pudiera averiguarse cuál fue la aportación de la ministra de Cultura, Ángeles González Sinde, al guión de esta película, ya que por ahora yo no me lo explico. Otro misterio, para mí, es cómo los directores de una de las pocas películas españolas que he visto más de una vez, Sobreviviré, han perdido cuatro años en realizar un proyecto que, al margen del éxito de público, va a lastrar su carrera artística. Aquel filme, que también trataba el tema de los diversos vericuetos del amor y la sexualidad del ser humano, lo hacía desde un enfoque mucho más sabio; allí había actores, más que estrellas de televisión, y romanticismo antes que exhibicionismo. Quizá aquí buscaron volver a sus inicios, a ese Más que amor, frenesí que yo no he visto pero cuya imagen de un polvo gay en la ducha se me quedó grabada en mi infantil retina, ja, ja.
Yo no necesito hacer una crítica de esta película porque os recomiendo la concisa y, como casi siempre, certera de Jordi Costa en Fotogramas. Tomándola como base, comentaré algunos aspectos bajo mi prisma. En primer lugar, el enfoque religioso del que hablaba anoche. Dejen de leer quienes no quieran saber el desenlace de la historia, pero lo cierto es que no se pierden nada, y para mí fue bastante previsible. Hay un personaje episódico en la trama llamado Cristo, interpretado por un Asier Etxeandía más parecido a un elfo oscuro, sin embargo ese no es el auténtico Mesías del filme. Ese papel recae en un Mario Casas con ridícula voz aflautada; con él comienza la historia, en una pose de crucificado, y con él termina, primero en una especie de Piedad, ambientada tan solo con cantos corales, y luego en una aparición fantasmal con reminiscencias de resurrección. Con todo, yo me quedo con una escena poco antes del desenlace, en la que nuestro héroe, con un colocón casi místico, realiza una especie de Última Cena, en la que en vez de hostias ofrece pastillas, y luego alza sus brazos hacia el cielo como diciendo Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen.
Al observar todo esto yo me pregunto, ¿realmente esa es la visión que querían darle sus guionistas? Bajo unos personajes tan planos y unos diálogos tan risibles, ¿se esconde una versión homosexual y actualizada del, pongamos, Evangelio según San Mateo de Passolinni? Más misterios sin resolver…
Antes de ver esta película yo me decía Ya verás como al final muere el gay… En efecto. Hay un par de lesbianas (o al menos creo que lo sean, pese al no me gustan las etiquetas), que salen vivitas y coleando; sin embargo Tony, que así se llama este Mesías, parece morir como un chivo expiatorio por todo ese desenfreno descerebrado; parece morir por, literalmente, nuestros pecados, los de toda una generación ante la que sirve de advertencia. Es la víctima inocente. Lo lógico hubiera sido que muriera el acabado, el pasado de vueltas que interpreta Hugo Silva. Pero no… Recuerda un poco a la muerte del Plato de Rebelde sin causa. Como apunta el libro, y luego documental, El celuloide oculto, hubo un tiempo en el que un personaje no podía admitir su homosexualidad de forma abierta en el cine sin sufrir algún castigo al final, ya fuera un personaje positivo o negativo. Pero, claro, necesitaban inmolar a un personaje que inspirara lástima, alguien sensible; de nada hubiera servido matar a otros más desagradables, de los que el guión anda sobrado.
El personaje de Tony es el lado tenebroso y gay del Pagafantas, y esta comparación la hace el propio director de esa película, que no he visto pero que estoy seguro de que será bastante mejor que esta. Es cierto; su supuesto amigo, de quien hace Yon (¿o Poyón?) González, ya no es que le pida fantas, es que tiene los huevos de pedirle el dinero de la carrera para pastillas. Uno de los puntos positivos que veo en esta película es que, dentro de las hordas de adolescentes que habrán ido a verla, sin duda existirán grupos de chicos gays o bis que podrán identificarse con el protagonista, y tomar como ejemplo su valentía a la hora de decirle las cosas claras a su obtuso amado. Seguro que comparten su sufrimiento, esperemos que no su trágico desenlace…

2 comentarios:

Unknown dijo...

Esta pelicula gana mucho si se ve como lo hice yo...

SIN SONIDO.

Luis dijo...

Y si la viste sin sonido entonces qué querías ver? Hum... Mejor no saber, jaja.