sábado, julio 25, 2009

El criticón (II)

Volveré a la crítica de Jordi Costa. Ahí dice que lo mejor de la película son los involuntarios picos de humor que produce. Hombre, yo no se si será lo mejor, pero en todo caso es un elemento muy destacado, para su desgracia. Es una pena que, partiendo de una buena premisa, al menos a mí me lo parece, luego el filme naufrague por alcanzar el propósito contrario al que deseaba. Cuando quiere hacer comedia, exagera; cuando se pone dramático, incluso trágico, no mueve a ese sentimiento. Por ejemplo, la escena de vodevil con Alejo Sauras haciendo de la enésima reencarnación de Alejo Sauras (qué ironía, él que se hiciera famoso interpretando a uno de los primeros gays televisivos…) Después de que la cámara se recree en la anatomía de varios efebos, más que en las mujeres, resulta que cuando quieren ponerse chistosos lo hacen a costa de las gordas, lo cual me resulta algo irritante. Entre tanto gesto involuntario, no se si se habrán dado cuenta del homenaje a la escena de Lo que el viento se llevó de Mammy apretando la faja, o lo que fuera, a Escarlata…
Los diálogos, al margen de su calidad, están mal escogidos. ¿Cómo es posible que, antes del trágico sacrificio, Ana de Armas diga Ese tío me está jodiendo. No, está jodiendo con otra en el baño, el cabrón? ¿No se dan cuenta de que con esa expresión, a lo Camilo José Cela, están arruinando el dramatismo de la escena? Y no es la única. Creo que se han desaprovechado elementos dramáticos como las relaciones de los personajes con sus familias, que tenían mucho más potencial y hubieran aportado aire fresco frente el cansino droga-sexo, sexo-droga. Y, cuando quieren meter algún mensaje de crítica social, suena como si ya lo hubiéramos escuchado mil veces, en plan Tu Iglesia no admite a los gays como yo.
Como aspecto negativo, Jordi Costa alude a algo externo al filme en sí, que son las implicaciones de su éxito. Bien mirado. Aún es pronto para que las imitaciones de la película empiecen a florecer, sin embargo esta tiene ciertos paralelismos con otro fenómeno juvenil que la ha superado en taquilla, el de Fuga de cerebros. También protagonizado por Mario Casas, este filme que no he visto ni pienso ver es otro rollo, en plan homenaje a las comedias americanas de los 80 como Porky´s. En ambos proyectos lo que más miedo me da es la dependencia que el cine está creando de las estrellas televisivas. Y luego está el dilema del cine español: ¿Buenas taquillas con mala crítica, o buena crítica y mala taquilla? El término medio es deseable, desde luego, y quizá haya que esperar a Amenábar con su Ágora para lograrlo. O la antes mencionada Pagafantas podría ser buen ejemplo, a juzgar por los comentarios escuchados. ¡Hay cabida para todo, incluso para el irreductible Garci!

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