ENTRE COPAS Y CURVAS: UNA DESPEDIDA DE ALTURA.
Llega el triste momento de decir Goodbye California, y un espero que solo Hasta la proxima, San Francisco. Escribo ya en la paz del despacho de Paco, que he recuperado en mis ultimos dias de regreso a Whasington, tras el peregrinaje por las tres residencias del viaje, y a la tercera fue la mas ruidosa, debido a un equipo juvenil y femenino de softball, que es un deporte como el beisbol pero en soft. Debido a las orgias que montaban en la habitacion contigua, me dieron ganas de reescribir mi novela El diez por ciento, pero cambiando el sexo de los deportistas que se estrellan en pleno con su autobus. A juzgar por las maneras de algunas de esas lozanas muchachotas, en algun caso ni siquiera seria necesario cambiarlo. No seguire por ese camino, que ya la serie Vagos y Maleantes ha sido acusada de machista, aunque en el caso de ayer la paliza con bates de softball hubiera estado del todo justificada.
Lo que importa es que ayer cerramos con un broche de oro nuestra aventura californiana, a la que solo resta ya el apendice de este par de dias en la capital para conocer lo basico. Al comienzo lo tuvimos complicado. Hoy se celebraba el Memorial Day, por los caidos en todas las guerras que han tenido y por desgracia siguen teniendo los Estados Unidos, quien leyera las noticias al margen de las elecciones de ayer comprobaria que no solo causan victimas americanas. Pues eso, la gente estaba de puente, y encima se inauguraba un nuevo parque de atracciones a las afueras, el Discovery Kingdom, y cual manada se lanzaron todos en pos de unas montanyas rusas que me revolvian las tripas solo de verlas. Al principio atasco por ello, que se disolvio cuando entramos en el valle de Napa. Nosotros, que tenemos familia con tradicion en los vinyedos, y familiares con propension al buen vinillo, nos sentimos muy apegados a la vid, planta que se encontraba por millones alli, cubriendo campos y campos de extensas winerys, la mayoria de las cuales podia visitarse para una catar, comprar o hacer un recorrido guiado a traves de ellas. Las de la carretera principal estaban bastante masificadas, quiza en ello influya que el turismo crecio mas aun, al igual que nos sucedió a nosotros, por imitacion de la pelicula Entre copas, cuyas localizaciones no logre identificar porque no la tengo muy reciente, pero que sin duda era un estimulo. Escogimos una que estaba mas aislada, fue la unica que visitamos pero, sin lugar duda, debe de estar entre las mejores, si no la mejor.
Se llama Clos Pegasse, y es al mismo tiempo un vinyedo y una galeria de arte. No exagero. Su propietario es un millonario que por amor al vino decidio armar todo eso, con lo cual no obtiene ganancias. El disenyo de las instalaciones se hizo en concurso a traves del SFMOMA, y al mismo concurrieron arquitectos reconocidos de todo el mundo. Y no solo el edificio principal. El patio, el atrio, todo esta lleno de esculturas y estatuas tanto modernas como tesoros del pasado, obras que tienen como tematica, no podia ser de otro modo, un canto al vino y al hedonismo, con muchos Bacos alegremente borrachos y lujuriosos. Tuvimos suerte tanto al descubrirla como al pillar la ultima visita guiada, por un entusiasta empleado que daba sus explicaciones tan de carrerilla que mas bien podria decirse que rapeaba. Nos bajo por las cuevas subterraneas donde reposan los toneles, y aquellas galerias tambien estaban trufadas de relieves grecolatinos, originales o replicas, llenos de efebos desnudos y figuras mitologicas. Un oasis de arte y vino, dos factores que hacen que la vida sepa mucho mejor. Porque tras la charla vino la cata, en total siete variedades, con el consiguiente riesgo de control de alcoholemia. En fin, la suerte que nos acompanyo en todo el viaje tampoco fallo en esa ocasión, y degustamos las dos listas de caldos, una de selección y otra de reserva, yo intente parecer profesional, no se si en la foto se nota, tened en cuenta que el nivel de calidad de mis vinos se remonta al tintorro del barrio Humedo, pero habria que no tener sentido del gusto para no notar que estos eran de nivel mucho mayor. Paco se llevo una botella y todo.
El vino sin comer deja algo mareadillo, por desgracia nos pasamos la otra vinateria en la que ibamos a parar, una estilo villa italiana, y por ello salimos del valle de Napa para ir a descubrir el de Sonoma, mas escondido y que tiene menos vinyedos, alli el interes principal recae en la propio ciudad, de significado historico. En su ayuntamiento ondeaba una bandera de Espanya que solo tenia el escudo de Castilla y Leon, id a saber por que. Tras tapear algo en un mejicano, fuimos a dar a San Franciso la despedida que se merecia. Fue emociante porque no sabiamos que ibamos a entrar por el Golden Gate Bridge, y la puerta dorada nos acogio en menor tiempo y sin la epica que llevaba impresa la trayectoria en bicicleta. Aprovechando que teniamos el Mustang descapotable, el ultimo destino alli seria una ruta panoramica, siguiendo tanto la guia como un documental que vi, elegimos la calle Lombard, conocida como la calle con mas curvas del mundo, y puede que sea cierto para tan solo de un breve trazado en toda su longitud. No eramos los unicos con esa idea, porque Lombard Street subia una pendiente muy empinada en la que una interminable cola de coches se iban dejando los neumaticos y los frenos mientras esperaban el turno para arrivar a la cima de la colina sin saber, tontos al igual que nosotros, que por calles paralelas podria llegarse desde arriba en linea recta, al igual que el tranvia. En fin, vale que solo fueron cuatro o cinco curvas, bastante cerradas, pero merecio la pena. Y, ohu, que es San Francisco, vete a saber si volveremos algun dia, espero que si.
Regresamos por el puente de Oakland, fue inevitable la gracieta del juego de la oca: De puente a puente... Pero no nos llevo la corriente, que de eso ya tuvimos bastante en el rio Merced, sino que llegamos al hotel justo a tiempo para la fiesta del pijama.
Bueno, Frisco, alla hemos ido, y de alli hemos venido.
Llega el triste momento de decir Goodbye California, y un espero que solo Hasta la proxima, San Francisco. Escribo ya en la paz del despacho de Paco, que he recuperado en mis ultimos dias de regreso a Whasington, tras el peregrinaje por las tres residencias del viaje, y a la tercera fue la mas ruidosa, debido a un equipo juvenil y femenino de softball, que es un deporte como el beisbol pero en soft. Debido a las orgias que montaban en la habitacion contigua, me dieron ganas de reescribir mi novela El diez por ciento, pero cambiando el sexo de los deportistas que se estrellan en pleno con su autobus. A juzgar por las maneras de algunas de esas lozanas muchachotas, en algun caso ni siquiera seria necesario cambiarlo. No seguire por ese camino, que ya la serie Vagos y Maleantes ha sido acusada de machista, aunque en el caso de ayer la paliza con bates de softball hubiera estado del todo justificada.
Lo que importa es que ayer cerramos con un broche de oro nuestra aventura californiana, a la que solo resta ya el apendice de este par de dias en la capital para conocer lo basico. Al comienzo lo tuvimos complicado. Hoy se celebraba el Memorial Day, por los caidos en todas las guerras que han tenido y por desgracia siguen teniendo los Estados Unidos, quien leyera las noticias al margen de las elecciones de ayer comprobaria que no solo causan victimas americanas. Pues eso, la gente estaba de puente, y encima se inauguraba un nuevo parque de atracciones a las afueras, el Discovery Kingdom, y cual manada se lanzaron todos en pos de unas montanyas rusas que me revolvian las tripas solo de verlas. Al principio atasco por ello, que se disolvio cuando entramos en el valle de Napa. Nosotros, que tenemos familia con tradicion en los vinyedos, y familiares con propension al buen vinillo, nos sentimos muy apegados a la vid, planta que se encontraba por millones alli, cubriendo campos y campos de extensas winerys, la mayoria de las cuales podia visitarse para una catar, comprar o hacer un recorrido guiado a traves de ellas. Las de la carretera principal estaban bastante masificadas, quiza en ello influya que el turismo crecio mas aun, al igual que nos sucedió a nosotros, por imitacion de la pelicula Entre copas, cuyas localizaciones no logre identificar porque no la tengo muy reciente, pero que sin duda era un estimulo. Escogimos una que estaba mas aislada, fue la unica que visitamos pero, sin lugar duda, debe de estar entre las mejores, si no la mejor.
Se llama Clos Pegasse, y es al mismo tiempo un vinyedo y una galeria de arte. No exagero. Su propietario es un millonario que por amor al vino decidio armar todo eso, con lo cual no obtiene ganancias. El disenyo de las instalaciones se hizo en concurso a traves del SFMOMA, y al mismo concurrieron arquitectos reconocidos de todo el mundo. Y no solo el edificio principal. El patio, el atrio, todo esta lleno de esculturas y estatuas tanto modernas como tesoros del pasado, obras que tienen como tematica, no podia ser de otro modo, un canto al vino y al hedonismo, con muchos Bacos alegremente borrachos y lujuriosos. Tuvimos suerte tanto al descubrirla como al pillar la ultima visita guiada, por un entusiasta empleado que daba sus explicaciones tan de carrerilla que mas bien podria decirse que rapeaba. Nos bajo por las cuevas subterraneas donde reposan los toneles, y aquellas galerias tambien estaban trufadas de relieves grecolatinos, originales o replicas, llenos de efebos desnudos y figuras mitologicas. Un oasis de arte y vino, dos factores que hacen que la vida sepa mucho mejor. Porque tras la charla vino la cata, en total siete variedades, con el consiguiente riesgo de control de alcoholemia. En fin, la suerte que nos acompanyo en todo el viaje tampoco fallo en esa ocasión, y degustamos las dos listas de caldos, una de selección y otra de reserva, yo intente parecer profesional, no se si en la foto se nota, tened en cuenta que el nivel de calidad de mis vinos se remonta al tintorro del barrio Humedo, pero habria que no tener sentido del gusto para no notar que estos eran de nivel mucho mayor. Paco se llevo una botella y todo.
El vino sin comer deja algo mareadillo, por desgracia nos pasamos la otra vinateria en la que ibamos a parar, una estilo villa italiana, y por ello salimos del valle de Napa para ir a descubrir el de Sonoma, mas escondido y que tiene menos vinyedos, alli el interes principal recae en la propio ciudad, de significado historico. En su ayuntamiento ondeaba una bandera de Espanya que solo tenia el escudo de Castilla y Leon, id a saber por que. Tras tapear algo en un mejicano, fuimos a dar a San Franciso la despedida que se merecia. Fue emociante porque no sabiamos que ibamos a entrar por el Golden Gate Bridge, y la puerta dorada nos acogio en menor tiempo y sin la epica que llevaba impresa la trayectoria en bicicleta. Aprovechando que teniamos el Mustang descapotable, el ultimo destino alli seria una ruta panoramica, siguiendo tanto la guia como un documental que vi, elegimos la calle Lombard, conocida como la calle con mas curvas del mundo, y puede que sea cierto para tan solo de un breve trazado en toda su longitud. No eramos los unicos con esa idea, porque Lombard Street subia una pendiente muy empinada en la que una interminable cola de coches se iban dejando los neumaticos y los frenos mientras esperaban el turno para arrivar a la cima de la colina sin saber, tontos al igual que nosotros, que por calles paralelas podria llegarse desde arriba en linea recta, al igual que el tranvia. En fin, vale que solo fueron cuatro o cinco curvas, bastante cerradas, pero merecio la pena. Y, ohu, que es San Francisco, vete a saber si volveremos algun dia, espero que si.
Regresamos por el puente de Oakland, fue inevitable la gracieta del juego de la oca: De puente a puente... Pero no nos llevo la corriente, que de eso ya tuvimos bastante en el rio Merced, sino que llegamos al hotel justo a tiempo para la fiesta del pijama.
Bueno, Frisco, alla hemos ido, y de alli hemos venido.
3 comentarios:
Muy inspirados estos ultimos blogs, me pregunto si la birra casera tiene algo que ver.
Paco
birra casera?? jajaja amore si estas acostumbrado a vinorro del húmedo no me extraña que el otro te supiese tan bien.. de hecho la gasolina sabe bine después de eso jajaja
bueno ya veo que lo estas pasando muy bien, me alegro cari. pero vuelve jodio que ahora me conecto por las mañanas y no hay nadie pa dar el beso de buneos días!!!
beso de buenos días con diferencia horaria
Claro, aqui ahora mismo es temprano, pero la diferencia horaria, claro. Ya echo de menos esos besos pero bueno, hoy es mi ultimo dia y espero pronto ya poder ir al cafe ese para remedar a Woody aunque no haya estado en Nueva York, solo en su aeropuerto. Ahora curras bastante pero bueno un rato al menos nos veremos, que vivimos a cinco minutejos jeje.
beso de buenos dias horario de aqui.
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