lunes, julio 07, 2008

Cuatro adjetivos. Cuatro tópicos.


Han sido un par de días de poco dormir y mucho desfase, pero hoy toca ir a la cama lo más pronto que uno pueda, que mañana hay que madrugar y además en ayunas. Quiero mandar un saludo especial a Hopewell, a quien hace bastante que no veo. Si hago una segunda visita a Madrid, más extensa, durante este verano, no dudes que para allá iré con los chuchos y esa terracita tan fresca.

Me gusta leer la prensa cuando vengo en autobús, siempre hay alguna parida lo bastante grande como para comentarla. Aunque esta no necesita comentarios. Era otra de esas cartas al director de mujer fanática. Aunque creo que no era la misma que la de la polución visual. La misiva se incluyó en ABC y La Razón, imaginad qué criterios de selección tendrán. Se llamaba "Día del Orgullo Heterosexual", título ramplón y poco original. Y, por supuesto, la buena mujer reclamaba para sí misma un día del orgullo heterosexual limpio, sano, monogámico y libre de enfermedades venéreas. Me pasma esa cuádruple adjetivación. Me gustaría ver cómo la señora practica sexo (bueno, mejor no) y qué entiende por sano, por limpio, etc. Yo solo puedo elucubrar. Si ensanchara un poco la mente vuesa merced, vería que el día del orgullo gay también es un orgullo para muchos heterosexuales, incluídos aquellos que asisten a la marcha aún con la incomprensión de algunos gays. Y eso sí que es un gran orgullo.

Y ahora os dejo, que tengo ya ganas de librarme del quiste. Uf, feo asunto, eso sí que ha sido sucio, señora. Sin embargo, la gente nunca me lo ha hecho notar. Supongo que no era el sitio donde querían concentrar sus miradas. Who knows. Por lo que a mí respecta, mañana es mí día del Orgullo Enquistado.

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