jueves, julio 10, 2008

PETER JACKSON (I)


Anoche vi por fin Brain Dead, que en España se subtituló con el lamentable (a la par que significativo) título de Tu madre se ha comido a mi perro. Motivado por ello, he decidido hacer un monográfico de Peter Jackson y su rara y sobre todo variada carrera.
El hombre se hizo famoso por las películas de su etapa gore, que son francamente de coña. No las he visto todas, me falta una de ¡marionetas! que no me inspira mucha confianza. Mal gusto, su ópera prima, era más serie Z que B. Tan cutre que él tuvo que hacer uno de los papeles, el método de rodaje no difería mucho del que utilizamos en El ser reprimido, por ejemplo: cuando se podía, como se podía, con varios amiguetes. Ni a esta ni a la del principio yo las considero películas de terror. En cuanto que terror se supone que te tiene que dar miedo. INLAND EMPIRE, de David Lynch, sí que nos dio miedo, aunque no entendimos ni papa. Estas cintas gore son divertidas mamarrachadas. Por mucha violencia que contengan, siempre lo hacen dentro de un marco humorístico que anula todo dramatismo. Qué se puede pensar de un tipo que pierde su cerebro, lo recoge y se lo vuelve a poner en la cabeza; o de unos intestinos que cobran vida ¡y se tiran pedos! No se si existe un tipo de humor neozelandés, pero tiene que ser muy peculiar. Con lo del cura karateka de la segunda, ya no sabía si reír o llorar. Brain Dead es como un más grande, más gordo, más fuerte de la primera. Sigue siendo cutre y los actores son desconocidos, anda por ahí una española con un horrible doblaje. Pero ya hay más medios para efectos especiales, y se nota. Más que batir el récord de gore, lo que la cinta parece contener es un homenaje a los dibujos animados de la Warner Brothers: Bugs Bunny, el Coyote y el Correcaminos, etc. Hay incluso referencias explícitas a la marca ACME, y un personaje que es clavadito a ese bebé que acompañaba a Roger Rabbit, pero en zombi. Éste protagoniza las escenas más cartoon de todas, como la del parque. Esa es la primera referencia, la segunda podríamos hallarla en las películas clásicas de muertos vivientes, las de George A. Romero. Como en aquellas, los zombis no corren que se las pelan como los de ahora, sino que son lentos y alelados. Y así divierten más, la verdad. Por si a alguien le quedaba alguna duda sobre el tono de la película, que espere al desenlace de la misma, con esa especie de muñeca chochona gigante y la parodia de parto. Un disparate oceánico.
En fin, os recomiendo estas películas para echar las risas si os gusta el género y no os dan asco las vísceras, que están tratadas con humor. Yo no tuve que retirar la vista de la pantalla en ningún momento. Pero Peter Jackson también sabe ponerse serio…

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