viernes, enero 09, 2009

Yo estuve en la plaza de Harvey Milk.





Hoy se estrena Mi nombre es Harvey Milk, penosa (como de costumbre) traducción del original Milk. ¿Os imagináis que el resto de películas biográficas siguiera esa pauta, en plan Mi nombre es Mahatma Gandhi o Mi nombre es Alejandro Magno? (Podría haber sido peor; la podrían haber traducido por Leche) La diferencia, claro, es que Harvey Milk es poco o nada conocido en este país. Salvo en círculos especializados, porque fue el primer político gay (declarado, porque en el armario no cabrían todos...) que fue elegido para un cargo de relevancia, concejal del ayuntamiento de mi añorada San Francisco. Como suele suceder con los héroes homosexuales, por desgracia, tuvo un mal final. No hace falta que veáis la película para saberlo, cosa que por otro lado os recomiendo; basta con que leáis cualquier reseña en prensa o televisión.




Milk vivía en el barrio de Castro (le apodaron El alcalde de Castro) Ni siquiera en Chueca podréis ver un pedazo de bandera del arco iris como la que yo vi allí. No solo eso, la enseña también adornaba farolas, incluso papeleras.



En dicho barrio está la plaza de Harvey Milk, en la cual se halla la placa conmemorativa cuya foto colgué al principio. Lo cierto es que tengo muchas ganas de ver ese filme que, en cuanto a temática LGTB, puede ser el más importante desde el de los vaqueros de Ang Lee. Quizá espere a Madrid para degustar la interpretación de Sean Penn en VO. Lo cierto es que ambas películas tienen cosas en común. Este domingo, de madrugada, es la gala de los Globos de Oro, y Penn podría llevarse un premio similar al que Seymour Hoffman se llevó hace un par de años por Truman Capote (que no Mi nombre es Truman Capote) Es el favorito, sin duda. Respecto a los Oscar, habrá que esperar que la legendaria homofobia de la Academia no lo arruine, como el atraco a mano armada que llevó a cabo Crash, ante la histriónica perplejidad del propio Jack Nicholson.

El legado de Milk está más de actualidad que nunca. A poco de estrenarse el filme, en California se prohibió el matrimonio gay, mediante una proposición que habían ganado a golpe de talonario los mormones y otras alimañas. Ahora miles de parejas se hallan en un limbo legal, a la espera de que se solucione el dislate. Esperemos que así sea, y que la visión de esta película ilumine a todos aquellos que desde su humilde posición continúan el legado del político para lograr que cualquier persona pueda querer a quien le de la maldita gana.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Tis, que casualidades tiene la vida. Me voy manana para SF, hasta el miercoles, y hoy mismo veo el trailer de Milk, y pienso, como se parece Penn a Luis en esta foto, y seguro que la va a ver, claro, y luego vas tu y escribes el post.

La aldea global!

Paco

Luis dijo...

Ja ja. Ya, hay cierta telepatía ahí. Qué envidia, te vas a SF, bueno, mira a ver si me encuentras una chapita de esas en contra de la Proposición 8 o como se llame jaja. Y recuerda que el domingo son los Golden Globes, aunque no se si podrás verlos...

Tis

Anónimo dijo...

ya me gustaria que estuvieses aqui. Esta ciudad es espectacular, como si tuviese lo mejor de Barcelona y de Madrid. Bonita y vivible y sin conservadurismo ni nacionalismo excluyente. O sea, ideal.

paco

Luis dijo...

Pozí. Como dijo Terminator, Volveré... O al menos eso espero.