miércoles, mayo 23, 2007

Moleskine de un viajero en USA. Episodio IX


EL ESPERPENTO NACIONAL (DE CALIFORNIA), POR REESE LEON. (TWO)


Hoy desayunamos en McDonalds, un par de hashbrown, no se si lo he escrito bien por cierto, una especie de filete de patata empanado. El inexistente sistema de seguridad social yanqui, que estos dias Michael Moore critica en Cannes con su documental Sicko, lleva a la paradoja de que, como me explico Paco, haya ancianos en puestos que se asocian a los jovenes, sirviendo Happy Meals y cosas asi. Penurias americanas, otra es la obesidad morbida, habia un par de personas afectadas de esta enfermedad, epidemia en breve, que aun asi seguian desayunando y no precisamente zumos. Aunque es triste, no pude evitar pensar en el potorro...
Por aquel entonces no sabia que iba a recordar, y de muy buena manera, como se cocina en mi tierra, aunque algo en mente si que tenia planeado, porque mi primera parada era el barrio latino de Mission, en concreto la Mision Dolores y luego Valencia Street. La primera es la unica que queda de las misiones fundadas en California por Fray Junipero Serra, colonizador espiritual de estos lares. Como dije antes, las iglesias me dan mal rollo, pero admire su belleza exterior. Luego continue hasta el Dolores Park, muy agradable, gente tirada en la hierba tomando el sol en banyador. Tambien habia un par de tios dandose el lote, signo de que iba en buena ruta hacia Castro. Envidia sana y verde como el entorno. La calle Valencia, cuyo nombre ya declara intenciones, no solo tiene muchos establecimientos latinos e hispanoparlantes, sino tambien varias librerias de clara vocacion progresista, academias de artes, tiendas hippies y un amalgama muy estimulante. Yo fui a la Casa del Libro. No, no es una sucursal de la cadena de librerias en la cual no me cogieron de currante. Es una pequenya tienda que vende libros en espanyol y tambien funciona como galeria de arte. La llevaba una mujer con aspecto yanqui pero que hablaba castellano perfectamente. Compre un par de libros a la irrisoria cifra de un dólar cada uno, y ella me dio una informacion que no se pagaba con dinero, la de recomendarme el restaurante Esperpento. Fui alli, y por solo 24 pavos pude llenarme tanto como no recordaba desde las tapas de Semana Santa. Racion de campinyones al ajillo, tortilla de patata, pan tumaca por hacer un guinyo al amigo catalan, y regando con Estrella de Galicia, con dos balls. Las camareras hispanas muy majas. Ya se puede quedar Dios en el cielo que yo lo encontre alli. Hablando de Dios, mi viaje a la nueva Sodoma coincidio con la muerte de una de sus mayores bestias negras, el telepredicador Jerry Falwell, famoso por sacar del armario al teletubbie Tinky-Winky. En Castro le han dispensado burlescos epitafios. Alli tenemos pesos pesados que no le van a la zaga, como Cesar Vidal. La comida, tras lo de Picasso y Cervantes, ya me puso del todo patriotico, y de buena gana, poniendome el traje de Martin Cortes, me hubiese echado a la calle con Acebes, Zaplana, Vidal y Rouco, ellos con la rojigualdas y yo con una de la republica que vi en un escaparate, y por las calles de Castro hubiesemos hecho un remedo de la gloriosa manifestacion del 18-J, pidiendo papa y mama hasta que nos cosieran a hostias.
Si, nuestros pais necesita menos politicos como los anteriores y mas como Harvey Milk, el primer miembro del ayuntamiento que declaro publicamente su homosexualidad y fue asesinado junto al alcalde George Moscone. Hay una plaza en su honor a la entrada de Castro. Por cierto, en el cruce de Market con dicha calle esta izada la bandera del arco iris mas grande que he visto nunca. Pero no solo esa, tambien se ve colgada de todas las farolas de un amplio trecho, incluso en las papeleras. En Chueca no han llegado tan lejos desde luego. Habia muchos gays con perros. No exagero. De hecho, creo que vi un certamen de fotografias de gays con perros. Baje junto al Castro Theater, que es un precioso edificio que organiza ciclos de cine, revivals de filmes clasicos y proyecciones interactivas. Habia varios carteles de pelis de Hitchcock, y tambien una sesion programada de Grease con un sistema de subtitulos para que el publico cante las canciones... Ja, ja. Ya me gustaria verlo. Fui a la Different Light Book Shop, una librería de ambiente con un cuarto de siglo de solera. Alli hice la compra mas abultada en toda mi estancia, pero no me arrepiento. Solo se trataba de los libros que traia apuntados y otro que no habia manera de encontrarlo en Espanya. Comparando el precio en euros, salgo ahorrando bastante. Y de todas maneras, tras el dispendio, buen yantar y buen leer, regrese a la vida barata no sin antes tener un curioso episodio de Lost in translation. El barista del Starbucks al que ya he ido un par de veces entendio bien mi pedido, pero cuando me pregunto el nombre, le dije Luis. No es tan raro no? Aquí hay un San Luis, o quiza podia haberlo entendido en su version anglofila de Lewis. Pues va el tio y me pone Reese. Pero ese no es nombre de tia? Yo el unico que conozco es Reese Witherspoon. Broche esperpentico para un dia de tal manera. Espero que os lo hayais pasado bien. Lo que es yo, aunque cansado como siempre, lo he hecho.

3 comentarios:

adrimedia dijo...

yo sigo sin entender que cojones haces en san francisco... pero vamos, que desde ahora te llamaremos reese igual que al de la vida de brian que queria que le llamaran loretta

Luis dijo...

Ja, ja. De vacaciones hombre, aunque la verdad es que llevo de vacaciones desde hace tanto tiempo que ni me acuerdo de cuando fue la ultima vez que trabaje.
Y Reese... Bueno, suena un poco a pelicula porno o pelicula de serie b, pero los hay peores.

Hopewell dijo...

Ah, no, yo me niego a llamarte Reese. O Luis o Chris Walken. Tu eliges. Y desde el cariño, ya lo sabes...
Si a mi me llaman Orlando tu te jodes...